Local de
Portsaid, mi amiga Rocío y yo buscando un tapadito para mí que no uso, pero en
los outlets me da por necesitar cosas que jamás necesité, y la dos creímos que
un tapadito era muy necesario en este invierno que ya está terminando.
Entre
percheros y montgomerys, se escucha una voz enérgica que despedía una bronca
tremenda y decía: "Tomá, que lo
disfrutés con salú" (sic);
tragué saliva.
Una chica
recibía con resignación una bolsita del
local con moño y responde "gracias....no hacia falta que lo pagues
vos...", y la regaladora agrega: “Mira
querida, tres cosas debe tener una buena suegra:
1- La
boca cerrada,
2- La
billetera abierta,
3- me
agarra Rocío del brazo y me dice estás escuchando Cane?, Si Rocío pero me hiciste perder el punto 3.
Con una
suegra así, les dejo a su imaginación el perfil del esposo de la chica.
Casi intervengo
en la conversación, para decirle a esa joven que era ese el momento en donde
plantarse frente a esa suegra y marcar la cancha, pero no tengo actitudes que
me respalden para decir algo asi, a mi las suegras siempre me maltrataron y yo
no hice nada al respecto.
Mi primer
proyecto de suegra, se puso de novia con mi papá y salió con él 17 años. Por lo
cual no solo era mi suegra, también era mi madrastra. Nos convertimos entonces
con mi novio en hermanos y eso nos provocó entre calentura y rechazo. Mi pareja
incestuosa no prosperó.
Después tuve
otra proyecto de suegra que a cambio que saque al hijo de la droga me tejía gorritos
de lana, y me cocinaba lo que yo quería. De esa tengo un buen recuerdo, pero
muy dura la tarea que me encomendó.
Mi única suegra
con papeles, me odió desde el primer día que me vió. Le dijo al santo del hijo
que yo era el demonio porque estaba tatuada, y se ve que de tanto estar con el
drogadicto anterior, me quedó la cara de secuestro por que también me acusó de
adicta sin recuperar.
Desde ese día
nunca más la vi. Mi marido no la invitó
a nuestro casamiento, y lógicamente se ofendió hasta el fin de sus días.
Otra
proyecto de suegra, en una oportunidad me dijo que si yo iba a tener un hijo
con su hijo, tenga cuidado porque yo era muy chica de cadera y corría el peligro de que
me ocurra lo que a ella que, terminado el parto, le cocieron también el ano que
se le había desgarrado, y ella de buena que era nomas me avisaba que era muy
posible que me pase eso a mi también. Agregó que era vieja para su hijo, y que
no le gustaban las porteñas. Sigue viva
en puerto Madryn la señora y con el culo cosido.
Mi ultima
suegra, que en paz descanse, antes de conocerme le dijo al hijo que yo no le
convenía, y el hijo cual marmota, me lo contó. No entiendo porque en ese
preciso momento no salí corriendo.
La Sra. esta
era muy fina, de mucha guita y parece
ser que mi perfil, no cuadraba con el linaje de su hijo cuyo apellido no era
otro que Gómez, pero anda saber porque designio de Dios la señora se sentía
perteneciente a una familia patricia argentina.
En medio de
un viaje por el norte de Brasil con el hijo, nos tuvimos que volver un 31 de diciembre
a la noche, a dos días de llegados por que la señora tuvo un ACV.
Fui yo quien le pintaba la uñas y la peinaba. Era
de las pocas que le entendía lo que decía.
También la
hacía reir.
La llamaba
en la semana por teléfono y la visitaba los domingos.
Un día, de los
últimos en que vi a su hijo, la Sra. me abrazó y me dijo “te quiero mucho, Cane,
sos muy buena”.
No estoy de acuerdo
con los dos primeros puntos del manual de la buena suegra, pero creo que el
tercero debería ser:
3- aceptar a
quienes eligieron sus hijos para compartir su vida con amor.
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